A la gente que uno quiere es a la que más paciencia tenemos que tenerles. Tenemos que acostumbrarnos a todas esas cosas que otros no soportarían. Por ejemplo, caras largas, malos gestos, palabras hirientes...cosas así que solo le perdonarías a alguien que queres. Si no, ¿qué sentido tiene quererlos? no podemos quedarnos solo con bueno. Cuando queremos a una persona, aceptamos esas cosas que nos encantan, y lo que no nos encanta tanto.
Curiosamente, esa misma gente, es también la que más nos lastima. y algo más curioso todavía, (o más bien dicho loco), nos acostumbramos y perdonamos ser lastimados. Nos adaptamos al dolor, tanto, que se vuelve parte de la rutina. Los insultos, las agresiones, los malos tratos, las malas caras, todo eso se vuelva parte de lo normal. podríamos dejar todo, tirar todo al vacío y mejorar nuestras vidas, pero decidimos perdonar, y tener mucha más paciencia. justificamos todo diciendo "y bueno...es así y tengo que acostumbrarme".
La realidad es que deberíamos aprender a tolerar ciertas cosas y dar todo de nosotros, pero no tenemos que acostumbrarnos. No tenemos que soportar que el dolor ni que el mal trato se vuelva parte de la rutina. No tenemos que acostumbrarnos a ser tratados mal. Todo tiene un limite. Podemos querer mucho a una persona, pero no justifica aceptar o perdonar todo. tenemos que aprender que podemos ser felices sin esas personas. Merecemos algo mejor.
En cualquier tipo de ralación, el secreto para que funcione, es "yo doy todo y vos también". De nada sirve el sacrificio de una sola parte. Si lo amas, amate a vos también. Nunca dejes de hacerlo. Pensa en él, pero no te olvides de vos, ni de tu corazón. El esfuerzo y el sacrificio no valen si no hay quien lo valore.
aceptemos lo bueno y lo malo, pero no
aceptemos ser lastimados...
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